Doña Nana no para de sorprenderme cada fin de semana. El pasado sábado deleitó mi paladar preparando unas exquisitas longanizas al vino blanco. Verá usted que quedé con el ombligo para afuera con lo tanto que comí, además que cuando se usan los mejores ingredientes Mylpan, todo queda aún mejor.
Esta preparación es súper sencilla y como siempre, la buena Doña Nana me ha permitido compartir con todos ustedes la receta y preparación, para que así sorprenda a todos sus comensales en la próxima junta de comilona que tenga.
Primero lo primero amigos, los ingredientes:
- 1 paquete de Longanicilla de Campo Mylpan
- 1 Cebolla grande o 2 medianas
- 3 Dientes de ajo
- 1 Pimiento rojo
- 1/2 de vino blanco aromático
- Aceite de oliva
- Sal
Lo primero como siempre es dejar listo todos los ingredientes bien cortados. Las cebollas cortarlas en pluma y el pimentón rojo lo más fino posible en cubitos. La idea es que estos productos se deshagan durante la cocción y ayuden a espesar la salsa final que quedará. El ajo córtelo de la forma que más le acomode. Si no le gusta encontrarlos en el plato córtelo en rodajas finas o bien picados. A la longaniza darle unas pequeñas puntadas con un cuchillo para que por los hoyitos nos bote harto jueguito para el sabor.
En una sartén grande echamos una capita de aceite de oliva y lo dejamos calentar. Lo primero que tiraremos serán las cebollas y el pimentón. Que se caliente harto, se pongan blanditos y boten harto jugo. Eso es lo que necesitamos para darle harto sabor an nuestra pasta, esto debiese tomar unos 5 minutos más menos. Cuidado con quemarlos.
Cuando tengamos listo nuestras verduras echamos los ajos y las longanicillas de campo. Ponemos el fuego a llama media y nos encargamos de que las longanicillas se frían por ambos lados. Ese será nuestro patrón para medir. Apenas las tengamos blanquitas significa que estamos listos para la siguiente etapa.
Con las longanicillas listas echamos el vino blanco en la sartén. La idea de esta parte es que el vino cubra las longanicillas. Subimos el fuego a lo más alto para que caliente rápido y apenas empiece a hervir le bajamos nuevamente a fuego medio. Probamos la preparación para saber si necesita un poco más de sal y cuando sintamos el que el alcohol del vino se evaporó arañamos el fondo de la sartén con una cuchara de madera, para que los jugos que haya soltado la longanicilla se suelten.
Esta preparación es muy sencilla de hacer pero tiene un sabor fenomenal, más cuando Doña Nana le pone todo el cariño y amor que le da a sus platos.
Puede acompañar esta preparación con casi cualquier cosa. A Doña Nana le gusta servirlo con un puré picante casero, pero también puede ser con arroz bien aliñado. Esa parte se la dejo a su imaginación.