Las altas temperatura no sólo significan altos indices de parrilla. En la cocina, más específicamente en los hornos de nuestros panes, podremos darnos cuenta que el exceso de calor afecta nuestras preparaciones.
Por esto, debemos ser extra precavidos al momento de preparar nuestros panes durante la temporada veraniega.
CUIDADO CON LAS LEVADURAS
El mayor factor que afectará la elaboración de nuestro pan en estas altas temperatura será la levadura. Este es el punto con el cual tendremos que ser precavidos.
Una fermentación demasiado veloz dejará como resultado panes insípidos y sin sabor, por lo que es importante estar atento de este proceso y lograr un control en él.
FRÍO FRÍO FRÍO…
Un consejo que ayudará a calmar la fermentación descontrolada en estas altas temperaturas es usar los ingredientes fríos. Usar agua que haya reposado en el refrigerador, o en casos más extremos, poner la harina unos minutos en este también.
Con los ingredientes más fríos, nuestra fermentación será más lenta y el pan logrará absorber más sabores en el proceso.
FERMENTAR EN EL FRÍO
Otro método que ayuda a tener un proceso de fermentación más controlado es hacer este paso en el refrigerador. Dejar la masa de un día a otro en nuestra máquina hará que el proceso suceda pero a una velocidad completamente controlada y lenta.
En estas fermentaciones largas es recomendable usar una harina con alta cantidad de gluten, de preferencia harina fuerza. El gluten permitirá resistir el proceso de fermentación a largo plazo y hará que el pan quede como buscamos.
MENOS LEVADURA
Ya que la levadura estará teniendo un efecto mucho más acelerado, una solución muy sencilla es simplemente… utilizar menos levadura.
Corta a la mitad el uso de este ingrediente y veras como el proceso aumentará su tiempo al doble, esto hará que el pan logre absorber los sabores apropiadamente mientras leuda.
NO TENGAS MIEDO… PRUEBA MASA MADRE
Hoy por hoy la masa madre es un método de leudado muy usado y masivo. No tengas miedo de probarlo, ya que en verano, esta técnica es perfecta para controlar la fermentación.
Mientras que en invierno, activar las bacterias de esta levadura es bastante complicado, en verano, las temperaturas cálidas son perfectas para que este proceso sea muy sencillo. Sólo recuerda recordar guardarla luego de su uso y alimentarla mucho.